“Que dos años no es nada”
…que febril la mirada de Mariano Rajoy cuando aquel 21 de diciembre de 2.011 tomó posesión, por fin, de su cargo de Presidente del Gobierno. Qué ardoroso, desasosegado e inquieto se presentaba ante la tarea de convertirse en el hombre de Estado, en cuyo estado tanto había deseado estar. Y una vez más se cumplió el guion: “prometer, prometer hasta meter, y una vez metido se jodió lo prometido”. Y es que ya sin quererlo, ni él, ni muchos de nosotros, hemos llegado al ecuador de la legislatura. «Cosas veredes, Sancho que non crederes» , algunos afirman erróneamente que espetó Don Quijote a su escudero queriendo señalarle las grandes proezas que sin duda cumpliría y de las que él, sería testigo privilegiado. Esas mismas pero también erróneas pudo largarles Marianocho en su primer Consejo de Ministros a sus lustrosos tomadores de cargo. Ajustes, recortes, sacrificios, renuncias, tasas, peajes, copago, subidas de impuestos, déficit tarifario, Bárcenas, doctrina Parot, Catalunya, paro,