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Mostrando entradas de octubre, 2016

“ la ingratitud es hija de la soberbia ”

Siendo yo un zagal barbilampiño escuché a mi tío Benigno (hermano de mi abuelo) que su padre, mi bisabuelo Caledonio, le dijo en cierta ocasión: “nunca seas ingrato, por muchos defectos que puedas tener. Si se es agradecido los amigos sabrán perdonar aquellos errores que podáis cometer, pues del ingrato, todas las virtudes que pudiera tener pasan desapercibidas”. Ese mensaje de mi tío, me viene a la memoria demasiadas veces en estos tiempos del desencuentro y de la errónea convicción de que no debemos luchar por ganarnos el respeto y el cariño de quienes nos rodean, de aquellos que nos apoyan, de aquellos que nos ayudan a subirnos al pedestal y a mantenernos en él, como hijos de la soberbia. Esa que practican aquellos que creen que nadie les ha cedido nada y que todo se lo merecen por méritos propios, sin tener en cuenta lo que pudiera suponer el sacrificio para aquellos que ceden, aún a sabiendas que aquello que están cediendo o entregando les corresponde por derecho y justicia. 

“ sudo rm –rf ”

La verdad es que después de tanta matraca política nacional solo le queda a uno ganas de mandarles donde escuecen los pepinos. No salgo de mi asombro cuando día tras día se dice lo contrario de lo prometido el día anterior, pero sobre todas resuena una frase que repetida tantas veces como verdad ha sido la mayor de las mentiras. “No apoyaremos a Rajoy. No lo puedo decir más claro” . Ni mentir más alto, añadiría yo, Alberto Rivera. Sí señor, esto es mentir en seis letras. Aunque no me extraña nada pues como decía el otro día un tuiter “vivo en un País donde unos trepas han firmado un pacto con unos corruptos y lo han llamado pacto anticorrupción”. Para mear y no echar gota. Así que no me extraña que algunos quieran nuevas elecciones para oír a Rivera decir que no pactara con Rajoy. Resulta desoladora la falta de memoria de la mayor parte de la gente, es la época de la inmediatez, del mensaje corto. Y por eso nadie parece recordar que este mismo PP que ahora pide al PSOE, por respon

“Bodas de lata”

120 meses llevo dándoles la matraca. Un agosto de 2.006 junté unas palabras para con las que empecé a mirar las cosas con otros ojos. Si bien puede parecer ejercicio sencillo poner los hechos en orden sin enredarte en conflictos, creedme si os digo que a veces se hace rogar. 10 años dicen que no es nada, pero muchos recuerdos son. Y quizás eso sea lo importante, que lo que ha aquí se ha contado ayuda a recordar cosas que han pasado, que pasan y pasaran. Algunas de ellas ya dichas, algunas hasta la saciedad, no por ello menos justas, pues son de necesidad. Por aquí han desfilado fauna y personajes de todo tipo. Este espacio nació con ZP en su esplendor (sic), de Ley antitabaco, aquella de la igualdad u otra de educación, mientras al cordobés Montilla le hacen President. La ETA, a lo suyo, de bombas por Barajas. Mientras Rajoy, si Marianocho Recortes, chupaba banquillo, pero en la oposición. Visitamos el barrio sésamo electoral con Zepi y Blasjoy, como dúo principal. Merkel la teutona,

“La versión digital del cuentacuentos”

Mucho se ha escrito y dicho desde el pasado domingo sobre las elecciones del 26J. Quizás demasiado para cosas que aún es difícil determinar su porqué. Sesudos analistas que igual entienden del sobrepeso de Paquirrin, la cirugía de la Esteban o la pérdida de votos de Unidos Podemos, buscan la explicación a tan extraño fenómeno. Pero lo cierto es que una cosa ha llamado la atención sobre manera, tanto a Ciudadanos como a Podemos, les llegan los votos de mismo modo que se les van. Quizás el precio de ser emergentes sea la incapacidad de fidelizar votantes. Pero esa nueva espontaneidad de hacer política ha significado que también los partidos tradicionales tengan una convulsión significativa al no convencer ya sus encorsetados mensajes. En esta nueva sociedad tecnológica de las prisas y los mensajes efímeros, donde imperan los impactos simples que vacían de contenido los discursos, donde el debate se reduce a un minuto de sentimentalismo, el mensaje se reduce a un momento televisivo que c

“Pensar en votar y botar”

Escribir estas líneas despues de un buen rato intentando arreglar nuestro pequeño mundo y es darte cuanta al mismo tiempo que existen días en que te tienes que seguir luchando. Ganas de pelear aunque sea hasta el último aliento. Solo el empuje, la velocidad y el apoyo de gente que te estima, que son leales a unas ideas, a un compromiso, a un equipo, te hace tirar adelante en circunstancias donde antes hubieras arrojado la toalla. Y ese ideario es lo que mueve a muchas personas que aun viendo la cuesta hacia arriba, cogen impulso y suben uno tras otro, pasito a pasito. Pero otros en lugar de subir, bajan la cuesta que es más fácil. Esos que llevan casi un año enredando, mareando la perdiz. Un año promocionándose a sí mismos y metiendo horas hasta en programas de dudosa calidad y casposo contenido. Necesitan la televisión para tapar sus vergüenzas, para mostrar lo superficial de su discurso y repetir mentiras hasta hacerlas pasar por verdad. 6 meses de las últimas elecciones y sin c

“Las cosas de la política, la política de las cosas”

No escondo, ni quiero, el placer que me da cada domingo leer la página que bajo el título de “Patente de corso” nos regala Arturo Pérez Reverte. Y lo hago con especial interés cuando la misma se refiere a esa versión suya de la historia de España. Cuantos siglos han pasado y la fina ironía de don Arturo nos cuenta como nuestro País sigue siendo el bucle del día de la marmota. Un gran País en todos los sentidos, grande hasta en sus miserias; un lugar donde nos sacuden una y otra vez y seguimos dando las gracias, pero con sonrisa de propina. Estos meses de gobierno en funciones, pero funcionando a pleno rendimiento y sin rendir cuentas salvo a los suyos. Ese gobierno ominoso que nos seguirá fustigando al menos cuatro meses más, sin prisa por dejarlo, pero con prisa para dejarlo todo bien atado por si cambian las tornas, que todo puede ser, aunque se atisba complicado por el avispero que se ha visto en esta ya eterna campaña y precampaña. Cada día se han de llevar más tijeras y hace