" 33 "


Andaba yo rumiando aún las inocentadas que salpicaron papeles y noticiarios, cuando caí en la cuenta que no tenía por qué rebuscar entre los medios para encontrar las grandes inocentadas de 2.012. Son muchas pero casi me atrevería a resumirlas en tres: el año de la recuperación económica, el rescate a los bancos para activar la economía y el fin del mundo para el 21 de diciembre.
 
La primera de ellas la estamos sufriendo todos y en particular aquellos que apoyaron el programa con el que el PP ganó las elecciones. El primer año Mariano (ver Crónica de diciembre de 2011) se ha traducido en una cadena de inocentadas no carentes de mala baba. En un solo año, semana tras semana Rajoy y su corte de iluminatis han reventado el estado del bienestar en nombre de los mercados. El 30 de enero nos dijo que las medidas darían un vuelco a la situación de España. ¡Joder y tanto!. Casi 600.000 parados más. El IVA del 18 al 21. Subida del IRPF. El precio de los bienes de consumo por las nubes. Los funcionarios sin paga extra. El despido más barato. La sanidad privatizada. Las pensiones congeladas. El sector eléctrico con moratoria e impuestos a la producción haciendo peligrar miles de empresas y empleos. La educación como hace 50 años. La justicia de pago. ¡Y tanto que vuelco!. Y encima algunos ya dicen lo de los brotes verdes. ¡Qué miedo me dan!. Cada vez que dicen una cosa hacen exactamente lo contrario. Manda güebos. Que cuadrillita.
 
Capítulo especial en las inocentadas es el rescate de los bancos. 100.000 millones para reactivar la economía generando crédito para crear empleo. Y nuevamente lo contrario: Recorte en el gasto de las comunidades autónomas. Recortes en Sanidad, extensión del copago, cuota por consulta del médico, más pacientes para cada médico. Reducción del gasto público, con una bajada de los salarios y una disminución en el número de empleados públicos. La jubilación a los 67 años. Disminución del coste del despido a menos de 20 días por año trabajado.  Reducción de la inversión pública. Una reforma tributaria más restrictiva, con impuestos indirectos más elevados. Aumento de la luz y los impuestos especiales. Absorciones y venta de entidades financieras con cierre de oficinas y despido de empleados. Perfecto también amigo Mariano, la pasta para los bancos y las consecuencias para la plebe. Como dato, hasta septiembre el beneficio neto del sector bancario fue de 3.386 millones de euros. De lo del fin del mundo poco tengo que decir ya que entiendo que no se ha producido pues era una de las inocentadas del programa de Rajoy. Aunque realmente era el fin de un ciclo.
 
Ya bien pero ¿el 33? se preguntará más de uno. Bien. Se trata de buscar el lado positivo de la situación. Se trata de comenzar el año con un argumento optimista e ilusionante. Si 2012 lo empecé dudando de la capacidad de Mariano y su troupe, quiero comenzar el 20+13 pensando en entre todos sacaremos esto adelante. La suma de 20 y 13 hacen 33 que es uno de los números maestros, sinónimo de evolución y realización humana. La naturaleza está en las frecuencias de los números 20 y 13. Los pueblos precolombinos llamaban a esto el Hunab K'u “dador de la medida y el movimiento” y representaban el 20 como un cuadrado y el 13 como un círculo. Los numerólogos dicen que representa el número de vértebras del ser humano y que es relativo a la evolución de la especie, la edad de Cristo o los grados de la Masonería Tradicional. Tenemos 13 articulaciones: tobillos, rodillas, caderas, muñecas, codos, hombros y cuello. Tenemos 20 dedos en manos y pies. Cuando sumamos los 20 dedos con los 13 movimientos del cuerpo encontramos el número maestro 33. Existen 33 vértebras en la espina dorsal, centro de nuestro cuerpo. Tomemos entonces las cosas en su justa medida y pongámonos en movimiento y si necesitamos banda sonora marchemos al ritmo del tema “hunab K'u- a new age dawns”  (una nueva era amanece) del grupo Epica.
 
Empiezo el año recordando nuevamente el sabio texto de Cervantes y con la frase donde Quijote explica a Sancho como las personas peleamos por salir adelante, como la voluntad, las ganas de superarse y el no desfallecer son cosas importantes que ayudan a conseguir cosas impensables a pesar del Mariano de turno. «¿Qué te parece desto, Sancho? -dijo don Quijote-. ¿Hay encantos que valgan contra la verdadera valentía? Bien podrán los encantadores quitarme la ventura, pero el esfuerzo y el ánimo, será imposible.»(Cap.XVII Libro II). Salud y venturoso 33.

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