“Mayo de rebuznos y títeres”
Nos llega este año mayo vocifero y
cuentista. Nos viene con títeres y rebuznos. Y terminará como les interesa que
acabe a los unos y a los otros. Lo malo de todo esto es lo caro que son estos
títeres rebuznados. Según los Presupuestos Generales del Estado, son casi treinta
millones de euros los que nos costarán a todos unas elecciones
que tan poco interés despiertan en España. Además de esa pasta gansa, cada
comunidad autónoma también les da “subvenciones” a los partidos con
representación en sus parlamentos autonómicos (en Castilla y León ya sabemos
quién se lleva la pasta).
Mientras todo el País vive un irrefrenable
recorte en todo menos en lo que se refiere a impuestos, por gracia de Montoro
el BOE publicó el mes pasado una orden por la que se aumentan las subvenciones
a los partidos políticos para estas Elecciones Europeas. De esta manera por
cada escaño que consiga un partido les pagaremos (ellos le llaman subvención) a
escote 32.500 euros, a los que se han de sumar, 1,08 euros por cada voto
recibido. La cantidad se ha incrementado en 306,5€, quizás pueda parecer poco
un 1% de incremento, pero es cuatro veces más que el 0,25% que Montoro ha
subido las pensiones. Y es más del doble que lo que se cobraba en 1989. Yo no
conozco a ningún trabajador o pensionista que doblara su pensión o sueldo en el
mismo periodo de tiempo. Pero aún faltan cosas. El Estado, luego todos, pagamos
a los partidos políticos para que hagan propaganda electoral, eso sí, solo a
los que tengan un escaño y un respaldo
mayor del 15%, a razón de 0,16€ por elector. Hasta ahora solo les ha tocado a
PP y PSOE, los demás, si superan el 6% se llevarán 0,11€ por elector o
superando el 3%, cada elector vale 0,03€, pero claro está, solo si se logra un
escaño. Para los que no saque escaño, ajo y agua. En resumen, los grandes, como
siempre, usaran su poder y el dinero de los bancos (a estos si les dan créditos,
que luego les perdonan) y la pasta de los recortes para que pase lo de siempre.
Pero aquí algo si que se podía recortar, no en sanidad o educación, como por
ejemplo en las papeletas ¿porque se mandan por correo si ya están donde se
vota?. Otra cosa ¿por qué no pueden ser voluntarios para cubrir las mesas
electorales y así mucha gente poder ganarse un jornal, en lugar de ir obligados
y de mala gana?.
Y es que si lo piensas seriamente lo de
eurodiputado es un chollo cojonudo. Cinco años viajando todas las semanas a
Estrasburgo en primera clase con todos los gastos pagados. 6200€ al mes de
sueldo limpio y 4299€ mensuales en dietas. Eso fijo, si tienen que ir fuera del
parlamento, les sacuden otros 304€ diarios. ¿Y ese pastizal para qué? ¿Para qué
cada 5 años nos recuerden lo importante que son las elecciones europeas?
¿Alguien se acuerda de quienes fueron los agraciados con este premio hace 5
años¿ Es más, ¿alguien sabe que han hecho aparte de jodernos la marrana?
¿Alguien sabe, por ejemplo, quien fue número 44 de la lista del PP hace 5
años?. Ella seguro que sí, los demás no. En esas listas aparecen situados
apellidos de familias “de larga tradición
política”, y junto a ellos agazapados pasilleros con sueldos de relumbrón y
desconocida faena. Vuelven a surgir los empleos dactilares o los favores de
partido. Porque la cosa está muy mal para todos y toca lo de llévate al niño
para Bruselas y así aprende inglés.
Pero siempre se puede sacar una lectura
positiva. Ya empiezan a verse otras formas nuevas de hacer política. Otras
caras. Otros apellidos. Existen otras fórmulas no basadas precisamente en el
peloteo y la dedocracia. Otros modos diferentes a los de hasta ahora, que como
decía recientemente Pérez Reverte, han estado bendecidos para machacar la
inteligencia y hacer imposible la libertad. Otros modelos que buscan la
financiación particular como modo de hacer campaña y huyen de los bancos.
Personas y proyectos en los que cabemos todos y que piensan en todos, no solo
en el casi millón de euros y la agenda de contactos que tendrán cuando pasen
los cinco años, que harán lo posible para que transcurran sin hacer ruido para
volver a repetir otros cinco más.
Pero para llegar a ese objetivo ahora les toca rebuznar, y rebuznar más
alto que el otro. Y si toca bailar, se baila, se anda en bici, o se hace de
titiritero (mi respeto a los de verdad), todo sea por la subvención para el
partido y el sueldo para el menda. Y por ello me viene a la memoria la plática
que sobre tal habilidad tenía el bueno de Sancho Panza y así nos lo cuenta en
la aventura del maese Pedro, su mono y el mal suceso de don Quijote en la
aventura del rebuzno: «…que es necedad correrse por sólo oír un rebuzno, que yo me acuerdo,
cuando muchacho, que rebuznaba cada y cuando que se me antojaba, sin que nadie
me fuese a la mano, y con tanta gracia y propiedad que, en rebuznando yo,
rebuznaban todos los asnos del pueblo, y no por eso dejaba de ser hijo de mis
padres, que eran honradísimos; y, aunque por esta habilidad era invidiado de
más de cuatro de los estirados de mi pueblo, no se me daba dos ardites. Y,
porque se vea que digo verdad, esperen y escuchen, que esta ciencia es como la
del nadar: que, una vez aprendida, nunca se olvida...». (Cap. XXVII Libro II) Salud
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