"Dos meses"


Con vaya tropa empecé y termine la letanía del pasado número. Me quejaba de manera insistente y reiterada de que un País que se considere serio no debe andar en manos de mediodías. Esos que enmascaran su falta de decisión como obstáculos por miedo a equivocarse, por miedo a perder el favor de los televidentes o de los sesudos tertulianos conocedores y expertos en todo. Esos mismos que utilizan una careta para no mostrar su peor cara, la del ego personal, la que dejaría ver el egoísmo, la mentira, el afán de poseer, el afán de mandar.
 
Dos meses sin gobierno y la verdad es que no les echamos de menos; me explico: dos meses llevamos sin subidas de impuestos, sin que a Soria se le ocurra una nueva majadería, sin recortes, sin que nos quieren colar alguna otra Ley retrograda. O lo que es increíble, la gasolina cada vez más barata. ¿Así alguien en su sano juicio quiere que formen gobierno? ¡Ni de coña!. Aunque en realidad la cosa pinta poco clara. Hoy un mensaje me ofrecía un bolígrafo naranja, de esos que te dan cuando las elecciones, y con el ánimo de que se lo comprara me decía: “tiene la propiedad que unas veces pinta azul y otras rojo. Aún con esas virtudes no me confundió, ya que después de estas semanas de jodernos la cabeza con si la rosa del PSOE ahora se ha convertido en flor de azahar. Que si el del PP que no quiso ser investido, ahora quiero serlo ofreciendo vicepresidencias a rosas y naranjas. O como el coletas se pone morado de la mala leche de la jugarreta del guapo de Ferraz. Si, la España de siempre, la de pandereta, la de quiero y no puedo. Sí, claro que sí, esa España donde la Rita se lleva 7.000 del ala por mirar a través de los visillos de su casa valenciana sin aparecer mi un solo día por el cementerio de elefantes que es como muchos llaman al Senado.
 
Y el pueblo lejos. Sigue lejos de estos que estaban y de muchos de los que han entrado. Ahora nos dicen que si no hay acuerdo elecciones en junio, luego vacaciones y después la golfada de la charleta con el Rey para volver a contarnos el mismo cuento. Mientras nos entretendrán con modernos gladiadores del catódico circo virtual. Subirán a los altares televisivos a nuevos sinvergüenzas con labia y recursos fáciles y con ello taparan los verdaderos problemas del País y su pasotismo. Si tanto clamaban, si tanto prometían hace solo dos meses ¿porque nada hacen?, ¿porque no legislan?. La falta de gobierno no debe ser excusa para que en el Congreso no se debatan propuestas presentadas por los grupos parlamentarios. Decía recientemente su Presidente, el frackinero López, que el gobierno «está en funciones», pero el Congreso no y que tiene plena «capacidad legislativa, salvo algunas excepciones». Es por eso que se hace necesario tramitar decretos legislativos convalidados por la Cámara y, en caso de que así lo pidieran los grupos, dar el visto bueno a las proposiciones no de ley, que pueden ser declarativas o incluir un mandato para el siguiente Gobierno. También pueden presentar, sin limitaciones, proposiciones de ley, aunque se traten de textos que deroguen leyes. Si esto es así, ¿porque no lo hacen?, ¿no quieren acabar con las corruptelas, con los privilegios, con los aforados, con la pobreza energética, con el impuesto al sol, con los desahucios, con la lomce, con la falta de medios de la justicia, cambiar la ley electoral... con el fracking?. Háganlo y empezaremos a creer que de verdad hay voluntad por cambiar, por avanzar, por regenerar.
 
Cerraremos el mes con pasiones, mandas y sacrificios y le abriremos posiblemente con un liderazgo que quizás dure menos de los 10 días que Sancho Panza pasó al frente del gobierno de la ínsula de Barataria por su falta de paciencia para aguantar como gobernador y prefiriendo cosechar trigo y labrar la tierra «Mejor me está a mí una hoz en la mano que un cetro de gobernador…y más quiero recostarme a la sombra de una encina en el verano y arroparme con un zamarro de dos pelos en el invierno, en mi libertad, que acostarme con la sujeción del gobierno entre sábanas de holanda y vestirme de martas cebollinas. Vuestras mercedes se queden con Dios y digan al duque mi señor que desnudo nací, desnudo me hallo: ni pierdo ni gano; quiero decir que sin blanca entré en este gobierno y sin ella salgo, bien al revés de como suelen salir los gobernadores de otras ínsulas.» (Cap. LIII Libro II) Salud

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