" Decepcionante Realidad "

Legañas tenia aún el sol cuando un estruendo desconocido silenció la algarabía de los gorriatos aquel 5 de julio de 2017 en Valverde de la Vera. Un violento tsunami se abría camino destrozando sin piedad todo lo que se encontraba a su paso. El agua tras 30 años de injusta condena dejó de ser presa,escapo de su cárcel con violencia, reventando el muro de su cautiverio, cobrándose venganza, sembrando miedo y desolación sobre aquellos que violentaron su libertad de siglos. Algunos recordaron que al menos un loco, del que decían estaba en contra del progreso de su pueblo, advirtió que no había necesidad de esa obra y mucho menos en ese lugar tan poco apropiado. Y no andaba descaminado el loco, por desgracia. 

Valverde, Valleverde, un pueblo elegido por la fortuna para que las aguas que le regalaba la madre tierra danzaran libremente por sus serpenteantes calles no supo corresponder a tan alto honor. Su calles, esas que fueron trazadas con sumo respeto por los anónimos ancestros de sus gentes, fueron dibujadas para que por sus regueras el agua discurriera con sosegado transito, ese que adormila las calurosas tardes de verano y llena de música y chispa las lluviosas primaveras, para que llegara mansa y atemperada a sus otrora ricos huertos rebosantes de sabrosas frutas y hortalizas.

Pero ese equilibrado respeto murió el día que el poderoso, en su afán por nominarlo todo, la encerró en una frágil vasija, acanaló bajo tierra su viaje y la colocó encima de sus cabezas coronando y presidiendo su paisaje. Una decisión justificada en la necesidad de dar de beber a sus campos y a sus gentes, algo ya poco creíble pues el imán de una vida mejor en la ciudad había ido mermando su población y yermos sus campos. Algo que antaño era innecesario pues se solucionaba cuidando y respetando cauces y veneros. Pero era mejor hacer una presa, acumular millones de litros de agua en el lugar donde esta corría libremente incluso en época de sequía. Era necesario comprar una finca, redactar un proyecto y hacer una obra nada sostenible y nada sustentable. Oponerse era ir contra tu pueblo, negarle un futuro. Necia búsqueda de tan irreal como falso desarrollo.

Se impuso o impusieron la vanidosa cordura y la presa se hizo cual espada de Damocles sobre nuestras cabezas. Pero llego el fatídico día 5. Ese en el cual se partió el único pelo de crin de caballo que sostenía la amenaza constante de la espada y se desencadeno el trágico desenlace. El resto ya es historia conocida, cabecera de telediarios y periódicos. Paseillo cariacontecido y pasamanos de bisiestos, esos personajes vistos cada cuatro años a pedir por su momio y así poder vegetar otros cuatro más. Nadie es responsable, todo silencio, mucho silencio.

En otros lugares usan las desgracias para reinventarse. Valverde era el lugar idóneo para hacerlo, la ocasión para poner un marcha un proyecto de desarrollo rural de verdad. Un proyecto de esos que gustan a Europa y donde los bisiestos podían colgarse buenas medallas. Algo pionero, serio y verdadero para luchar contra la despoblación y el envejecimiento. Un modelo diferente, fresco, real, que hiciera posible vivir en los pueblos. Solo eso, vivir. Pero la oportunidad se ha perdido. A cambio llegaron los del powerpoint, esos que vienen a decirnos que tenemos el problema que nosotros ya conocemos y que se han de buscar soluciones, pero que nunca dan.

Después de un año mi pueblo sigue lamiéndose las brechas, sufriendo el desencanto, las mentiras y el abandono de los bisiestos. Las heridas siguen abiertas y solo se aprecian algunas nuevas y costosas paredes de hormigón que antes eran de piedra. La piscina anegada por el barro aún sigue en obras a pesar de las promesas. Faltan las ideas para un futuro más allá del de las próximas elecciones. Ya no somos noticia ni tampoco tenemos barro en las calles. Solo lodo, mucho lodo y menos gente, esa misma que ve que su vida se apaga, al igual que Valverde, igual que su pueblo.

Aun no es tarde, otros modelos son posibles, pueden ser ciertos, pueden ser verdad, nada de powerpoint. 

Deja que un pueblo te adopte. 

@AdoptateAUnPueblo